Marisol Dieguez comenzó hace un año a enviar desde Estados Unidos insumos médicos a Venezuela para los estudiantes heridos en las manifestaciones. Hoy dirige una organización que manda medicina y productos hacia su país, agobiado por la escasez.
El Programa de Ayuda Humanitaria para Venezuela ha enviado, en los últimos doce meses, unos 100.000 kilos de insumos, alrededor de unas 200 cajas mensuales, explica a la AFP Dieguez en su oficina en Doral, Florida (sureste de EEUU), también depósito de las donaciones que recibe de varios estados norteamericanos y de otros países.
El gobierno venezolano ha denunciado que su país es víctima de una guerra económica y atribuye la escasez de algunos productos a maniobras de acaparamiento.
«En Venezuela no hay nada, no hay curitas (NDLR, tiritas en España) y eso es algo de todos los días, la gente se está muriendo, y no es una exageración», afirma Dieguez, de 50 años, quien llegó hace 14 años con su familia a Estados Unidos por su desacuerdo con el modo de gobernar del ahora fallecido Hugo Chávez.
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Esas protestas, de febrero a mayo, dejaron 43 muertos y cientos de heridos y detenidos.
Las actividades de solidaridad de la creciente comunidad venezolana en el sur de Florida -estado donde residen unas 100.000 personas del país-, como vigilias y cadenas de oración, no le fueron suficiente y decidió actuar.
«Hay que orar, uno no puede perder la fe, pero no hay que dejarle todo el trabajo a Dios», afirma Dieguez, férrea opositora del gobierno de Nicolás Maduro.